Una correcta alimentación se basa en las necesidades nutricionales del individuo que la consume, según sus necesidades específicas.  No existe la mejor dieta, sólo una dieta correcta. El bienestar de nuestros amigos pasa también por la nutrición, que también es importante para la psique, para ayudar a nuestros animales en su crecimiento cognitivo, emocional y relacional (psiconutrición, es decir, la alimentación como experiencia neurocognitiva).

El verano trae consigo el riesgo de sufrir un golpe de calor para los perros, ya que pasan más tiempo al aire libre que los gatos. Sin embargo, muchos propietarios subestiman el problema y no están atentos a los síntomas del golpe de calor, que puede ser mortal para sus amigos de cuatro patas. Los perros tienen una temperatura corporal media de 38,5°C y regulan su temperatura respirando con la boca abierta. Cuando hace demasiado calor y humedad, este método de termorregulación puede no ser suficiente. Los dueños pueden proteger a sus perros de la exposición al calor proporcionándoles agua fresca, evitando sacarlos durante las horas pico y considerando llevarlos a la playa. Puede aliviar el calor de su perro con dispositivos como tapetes refrescantes y pañuelos. Es importante recordar que es ilegal dejar a un perro encerrado en un coche al sol y que las autoridades pueden intervenir para proteger a los animales.

La temporada de verano es la época perfecta para dar largos paseos con tu perro por el campo, el bosque o simplemente disfrutar del calor del sol. Pero como todo lo bueno, también hay aspectos negativos, entre ellos la presencia de parásitos que pueden resultar molestos y peligrosos para nuestro amigo de cuatro patas. Los parásitos son organismos que extraen sustancias vitales de otro ser vivo, llamado huésped. Pueden ser definitivos, intermedios, accidentales o paraténicos, pudiendo ser ectoparásitos, que viven fuera del cuerpo del animal, o endoparásitos, que viven en su interior. Los parásitos que más afectan a los perros son las pulgas, los piojos, las garrapatas, los mosquitos, los flebótomos y los tábanos. Las pulgas son insectos sin alas que se alimentan de sangre y se posan en el pelo gracias a su forma lateral aplanada. Están activos principalmente entre finales de primavera y principios de otoño, pero pueden sobrevivir incluso a un invierno suave. Los huevos de las pulgas se depositan en ambientes oscuros y húmedos como las perreras, la ropa de cama y las mantas de nuestros animales, e incluso la tapicería de la casa puede convertirse en un lugar ideal para su proliferación. Para prevenir la infestación por pulgas, es importante mantener una buena higiene del animal y su entorno. Otros ectoparásitos que pueden infestar a nuestro perro son los ácaros (como las garrapatas) y los hongos (como hongos, mohos y levaduras). La prevención es siempre la mejor manera de proteger a nuestro amigo peludo de estos molestos parásitos.

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